Emilio Obregón

Ideólogo, fundador y primer presidente de la FIAF

por: LUIZ PAULO RODRIGUES CUNHA

Introducción

En 2016 se celebraron los cincuenta años del momento en que, por iniciativa del filatelista mexicano Emilio Obregón Renner, catorce representantes de entidades filatélicas nacionales de nuestro Continente se reunieron en el Hotel Shoreham, en Washington, D.C., en la noche del 27 de mayo de 1966, movidos por la idea de congregar a los filatelistas de América en una federación intercontinental.

La Federación Interamericana de Filatelia – FIAF nacería dos años más tarde, en la Ciudad de México, y tuvo a Emilio Obregón como su primer Presidente. Desde la concepción de la FIAF hasta que pasó a la eternidad en el 24 de diciembre de 1979, éste ilustre filatelista dedicó su vida al avance de la filatelia continental.

Sin embargo, es muy poco – para la enorme dimensión de lo que fue su abnegado trabajo – lo que le hemos tributado en honor de su memoria. Álvaro Bonilla Lara, por ejemplo, el mayor de los presidentes de la FIAF del pasado y el más importante cronista de la historia de nuestra Federación, ha sido eternizado – con todos los méritos y plena justicia – con un premio literario de la FIAF. Y en cuanto a Obregón, ¿qué homenaje le hemos hecho?

La presente crónica, basada fundamentalmente en algunos escritos del autor (“notas históricas”) en la página web Filatelia Temática – Noticias & Informaciones (blog de la Comisión de Filatelia Temática de la FIAF) entre 2014 y 2016, y también en textos de dos de sus compatriotas (Ignacio A. Esteva Monroy y José Lorenzo Cossío y Cosío), intenta rescatar un poco lo que fue la estupenda labor de ese mexicano que lanzó las bases para una filatelia americana, imaginada para ser unida y fuerte.

Obregón, su personalidad y las múltiples aficiones

Cuando empezamos con el trabajo de rescate de la historia de la Comisión de Filatelia Temática de la Federación Interamericana de Filatelia – CT/FIAF era muy poco lo que había disponible en la web sobre la vida y obra del gran ideólogo de la FIAF y primer Presidente de nuestra Comisión, el mexicano Emilio Obregón Renner.

Particularmente en cuanto a fotos y otras imágenes relativas a Obregón, prácticamente solo había una que se pudiera encontrar en los sitios de búsqueda: la que constaba en una nota sobre “Asambleas y Presidentes de la FIAF”, y que, a su vez, aparecía también en el apartado “Salón de Honor” de esa Federación, en su sitio web. Se trataba, en el caso, de aquella que constó en el catálogo de la EXFILBO’ 69 (Bogotá, del 28 de noviembre al 7 de diciembre de 1969).

Poco a poco, con fragmentos sacados de crónicas, notas y otros documentos sobre exposiciones interamericanas del pasado, se fueron añadiendo nuevas informaciones e imágenes, las cuales han permitido ampliar el conocimiento sobre la historia de vida filatélica de este gran entusiasta de la Temática.

Las mejores informaciones sobre la persona de este líder filatélico de las Américas las encontramos en la crónica Emilio Obregón, de Ignacio A. Esteva Monroy (en la Revista FMF, 1980) y en el prólogo escrito por José Lorenzo Cossío y Cosío para la obra-prima de nuestro homenajeado, Filatelia – Timbres, Sellos y Estampillas (UTEHA, 1963/64).

Emilio Obregón Renner nació en la Ciudad de México el 21 de octubre de 1922. Ignacio Esteva lo describe como una persona conflictiva, “de temperamento sanguíneo y fácilmente irritable”, pero, más que todo, “un luchador empedernido con gran amor a la verdad y a la justicia, siempre dispuesto a la controversia y a presentar batalla en defensa de sus convicciones”.

Aunque sin haberse convertido en un profesionista específico, realizó diversos estudios que le proporcionaron una vasta cultura en distintas ramas. En el año de 1950, instaló en Ciudad de México una librería con sala de arte llamada “El Cuchitril”.

Antes de dedicarse más intensamente a la filatelia, el teatro fue una de sus pasiones, habiendo sido director, actor y escritor de piezas, como por ejemplo la obra denominada “Maestro Jugador”. Tuvo a su cargo la Dirección del “Teatro Experimental del Centro Deportivo Chapultepec” (con el cual ganó algunos premios) y trabajó profesionalmente en el “Teatro Clásico de México”.

Ya en una fase más madura de su vida, se dedicaba también a esculpir piezas, en sus ratos libres. Y como se pudiera esperar, la numismática haría, igualmente, parte de sus hobbies en los dos últimos años de su vida (o sea, a partir de 1977), cuando fue designado Director del Departamento Numismático del Banco de México.

Emilio Obregón murió el 24 de diciembre de 1979, a los 57 años de edad, habiendo dedicado los últimos treinta años de su vida a la filatelia.

Un filatelista temático “puro DNA”

La vocación coleccionista siempre estuvo asociada al joven Emilio Obregón. Desde temprana edad, acumuló sellos de correo (aunque “sin sentir entonces la verdadera afición por ellos”, según Ignacio Esteva), pero vendría también, con el paso de los años, a dedicarse a coleccionar cristos, mancuernas y pipas.

José Lorenzo Cossío agrega que, “de niño coleccionó como cualquier otro en la escuela, interesándose por los timbres de países extraños, sin conceder importancia a lo que el timbre mismo representaba, ni al mensaje del que es portador y que siempre nos habla de la Historia, de la tradición, de las costumbres, de las características artísticas, etc., de un país.

Como la mayor parte de los coleccionistas de la escuela primaria, abandonó la afición, hasta que, solamente hace unos años, volvió a interesarse por la filatelia”.

Retomaría el interés por la filatelia ya en la fase adulta – “alrededor del año 1950”, con cerca de 28 años, por lo tanto, y “ahora sí de manera definitiva”, en las palabras de Ignacio Esteva – cuando un amigo le obsequió el sello de España de “La Maja Desnuda” de Goya. A lo que parece, este momento marca también el “nacimiento” del “temático” Emilio Obregón.

Su primera colección sería sobre Teatro, toda vez que, además de aficionado a este arte, a ella todavía estaba ligado, en aquel entonces, por lazos profesionales.

Por esa época se afilió a la Sociedad Filatélica de México (la única que había en la capital del país), donde, según Ignacio Esteva, “se hizo de magníficas amistades y a la vez de grandes enemigos, al provocar con su actividad y su entusiasmo la envidia y los celos de determinadas personas”. El hecho es que, si aún en nuestros días todavía hay quien mire a los temáticos – en los “altos círculos” de la filatelia organizada – con cierto desdén, peores circunstancias tuvo que enfrentar Emilio Obregón en sus tiempos de apostolado en pro de nuestra afición. Por cuenta de su protagonismo en esta área, sería víctima, en su tierra, de “ataques solapados de anónimos y de campañas de murmuraciones calumniosas”, llegando al punto de que “personas envidiosas y sin mayores escrúpulos empezaron a criticar su afición declarada a la Temática para indicar que Emilio no era un auténtico filatelista”, conforme relata Ignacio Esteva. En respuesta a sus detractores, decía Obregón que la Filatelia Temática era “la manera más culta y moderna de coleccionar sellos de correo”.

La verdad es que, compulsando algunos artículos publicados en la revista Filatelia (órgano oficial de la Sociedad Filatélica de México), entre los años 1963-68, son varias las referencias que se ve al trabajo que él pasó a realizar en su país (incluso como representante del Capítulo de México de la American Topical Association – ATA), ya sea promoviendo exposiciones, publicando artículos doctrinarios, etc..
Notable escritor y divulgador filatélico

Emilio Obregón fue muy prolífico en su producción literaria filatélica. Sus primeros escritos filatélicos los publicaría alrededor del año 1950, cuando recién retomaba el hobby de forma “más comprometida”. Se trataron de unos folletos que él los preparó para principiantes en el hobby, y que tenían por título Cómo Empezar y Cómo Coleccionar (éste, en dos tomos). Pero su obra-prima, titulada Filatelia – Timbres, Sellos y Estampillas saldría publicada por la Unión Tipográfica Editorial Hispanoamericana (UTEHA), en dos tomos (años 1963 y 1964). Hoy es considerada uno de los clásicos de la literatura filatélica en Latinoamérica.

Para que se tenga una idea de las contribuciones de Obregón en ese campo, un balance que constó en el Catálogo de la EXFILMEX UPU 74 (Ciudad de México, del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1974) ya registraba “un libro en dos tomos y más de 1.700 artículos, ensayos, crónicas y columnas” oriundos de su pluma.

Según José Lorenzo Cossío, Emilio Obregón empezó su labor dirigida hacia la difusión del coleccionismo filatélico “apenas se interesó por las estampillas, porque se dio cuenta de que era necesario informar, periódica y constantemente, al que colecciona, en cualquier punto que se encuentre”.

Desde fines de los años cincuenta hasta su muerte, escribió, de forma organizada y permanente, en el periódico Novedades, la columna semanal El Mundo de los Timbres, con artículos filatélicos de información general y sobre temas de actualidad. Además, tuvo a su cargo, poco tiempo después y con este mismo nombre, un programa de televisión transmitido los sábados a las diez de la mañana por el canal cuatro de la televisión de México, con duración de media hora. A su vez, la Universidad Nacional también lo invitaría para un programa de quince minutos semanales en la Radio Universidad.

Desde que apareció, en febrero de 1972, el primer número del Boletín FMF, órgano oficial de la Federación Mexicana de Filatelia, A.C. (que más adelante se convirtió en la Revista FMF), Obregón tuvo bajo su responsabilidad la preparación de artículos los más diversos.

A propósito, mucho de la memoria de la FIAF y de su Comisión de Filatelia Temática quedó registrado por Obregón en la Revista FMF. Con una brillante capacidad de análisis e incuestionable sensibilidad para registrar, para la posteridad, hechos importantes de nuestra historia, él dejó allí escritas bellas crónicas sobre las primeras exposiciones interamericanas, las Mesas Redondas Temáticas, etc.

Por otro lado, Obregón se caracterizaría también por ser un entusiasta conferencista temático, con actuación en diversos eventos filatélicos. Una de sus famosas charlas la dictó el 7 de octubre de 1970, en el Club de Coleccionistas de Nueva York (“The Collectors Club”), con el título Los Valores en la Filatelia Temática y de Tópicos. Presentada originalmente en inglés, tuvo, después, su versión castellana que se publicó en algunos órganos filatélicos de otros países (como, por ejemplo, en Venezuela y Ecuador), de manera que la misma circulaba como un texto doctrinario muy valorado, en una época en que “pocos escritos sobre la materia se publican en los órganos de la prensa especializada”, como lo reconocía el propio autor. En el texto de esa charla, Obregón hace referencia también a otros escritos suyos (“Juez y Midas” y “¿Es el Coleccionismo Temático una forma Subdesarrollada de Filatelia?”, lo que nos lleva a creer que ambos deben haber servido también de base para otras ponencias suyas.

Expositor y jurado temático

Obregón examinando colecciones

En las palabras de José Lorenzo Cossío, “no puede hablarse de filatelia sin coleccionar estampillas, y Emilio Obregón pronto empezó a formar colecciones que se ligaron en alguna forma a sus inquietudes y a sus actividades anteriores, y así ha formado colecciones de teatro, de difusión de la cultura, de pintura y pintores, y de Cristo y Cruces, en las que ha obtenido premios en las exposiciones a que ha concurrido”.

Sobre ese particular, Ignacio Esteva comenta que “sus principales colecciones eran de temática, siendo la más importante la que llamó “Thanatos, o la Muerte es Cosa Seria”, con la que obtuvo numerosos premios tanto nacionales como internacionales, y la muerte le sorprendió dejando inconclusa la que tituló como “Ciegos, Sordos y Mudos”.

El hecho es que Obregón fue de los primeros en preconizar y armar auténticas participaciones temáticas para fines competitivos, en una época en que los expositores solían presentar sus colecciones simplemente trasladando las hojas de sus álbumes a los marcos de exhibición.

Fue en la EXFILCA’ 70 (Caracas, del 27 de noviembre al 6 de diciembre de 1970) cuando, por primera vez en una exposición auspiciada por la FIAF, se presentó una colección temática en el Salón de Honor, y precisamente de Emilio Obregón, titulada El Fenómeno Teatral de la Filatelia. Pero fue en la EXFILIMA’ 71 (Lima, del 6 al 14 de noviembre de 1971) cuando él se estrenó compitiendo en una interamericana y con esa misma colección, habiendo sido galardonado con una Medalla de Vermeil más el Premio Especial de Clase (en el caso, ofrecido por el Club Filatélico de Caracas para la Mejor Colección Temática). Cabe señalar, además, que fue éste el único premio especial otorgado a una temática en la ocasión.

Sin embargo, la colección con la cual Obregón más competía – y que, por lo visto, más le gustaba, toda vez que la exhibía también en Cortes de Honor, cuando actuaba en el Jurado – tenía por título Thanatos, o la Muerte es Cosa Seria. En el resumen sobre la misma, que constó en el catálogo de la BRASILIANA’ 79 (Río de Janeiro, del 15 al 23 de septiembre de 1979), se la describía así: “La muerte en los sellos, desde Abel y Caín hasta las tragedias de Múnich y los Andes”.

Irónicamente, fue en la BRASILIANA’ 79 que Emilio Obregón compitió por la última vez, y con esta colección (que en el año anterior, con ocasión de la ESPAMER’ 78, en Bogotá, estuvo en la Corte de Honor), ya que vino a fallecer tres meses después. Lo que se sabe es que la misma fue posteriormente vendida, y de seguro, por separado, toda vez que nunca más se oyó hablar de ella compitiendo en exposiciones internacionales, aunque fuere bajo un otro título.
Con sus colecciones temáticas, no solo compitió en exposiciones interamericanas, sino también en otras internacionales, como PHILYMPIA’ 70, JERUSALEM’ 74 e INTERNABA’ 74.

Jurado temático y creador del Cuerpo de Jurados Temáticos de la FIAF

Emilio Obregón fue jurado temático en numerosas exhibiciones, tanto en México como en el extranjero. Persona de presencia regular en el Jurado Calificador de las exposiciones interamericanas (FIAF) en la década del 70, Obregón era de esos jurados muy respetados, porque no solo juzgaba, sino que también exponía competitivamente. Y cuando actuaba como miembro del Jurado de grandes exposiciones, solía tener alguna de sus colecciones invitadas para integrar la Corte de Honor.

Esa peculiaridad de también exponer – tanto en plan competitivo como honoríficamente – hacía de Obregón un jurado bastante considerado por sus pares y también por los expositores. A propósito, en una nota publicada en la Revista del Club Filatélico de Caracas (1970) que trató de la exposición EXFILCA’ 70, Obregón es calificado como “uno de los fanáticos de esa afición y ‘viga central’, para el Jurado, de esa modalidad”. Un reconocimiento de sus contemporáneos, que se preservaría a lo largo de su vida.

Actuó como jurado FIP en la SIPEX’ 66, EFIMEX’ 60 y BÉLGICA’ 72, y en las interamericanas EXFILBO’ 69, EXFILCA’ 70, EXFILBRA’ 72 y ARGENTINA’ 78, además de la EXFIGUA’ 73 (nacional ecuatoriana apoyada por la FIAF) y la ESPAMER’ 78 (que contó con los auspicios de la FIAF).

Luchó, además, como Presidente de la Comisión de Filatelia Temática, para que las colecciones temáticas pasaran a ser juzgadas exclusivamente por jurados temáticos en las exposiciones FIAF, lo que pasó a ocurrir a partir de la EXFILBRA’ 72. Además, el año siguiente, y a proposición suya, se crearía en la FIAF el “Cuerpo de Jueces Temáticos”, el primero a ser organizado, por área de especialización, en nuestra Federación continental, “para elevar el nivel al juzgar colecciones temáticas en exposiciones filatélicas de alto rango”.

Impulsor de entidades filatélicas y promotor de eventos

Convocatoria firmada por Obregón, 1978

Emilio Obregón fue verdaderamente un líder filatélico, un visionario y un emprendedor singular. Comprometido con la difusión de la filatelia en su país, es considerado como “el motor de la filatelia en México”.

En su afán de promotor de la afición, tuvo participación activa en la constitución de diversas agrupaciones filatélicas nacionales, tanto en la capital federal como en el interior, entre ellas Filatelistas Asociados de México, el Club Filatélico Juvenil de la Casa del Lago (en el Bosque de Chapultepec), y la Sociedad Filatélica de la Universidad Nacional Autónoma de México, todas en el Distrito Federal (Ciudad de México), además de la Sociedad Filatélica y Numismática de Durango. De varias fue socio honorario y vitalicio.

Por su gran interés por la filatelia temática, a él se le encargó la misión de organizar el capítulo de México de la American Topical Association – ATA, del que fue fundador y presidente. Crearía después, también, en Ciudad de México, la Asociación Temática Mexicana, lo que llevaría a que esa modalidad de coleccionismo recibiera un gran impulso en su país, algo que se traduciría, por ejemplo, en una notable y constante participación de expositores temáticos mexicanos en las interamericanas.

Para unificar a las diversas entidades filatélicas del país, Obregón creó, en 1965, la Federación Mexicana de Filatelia, A.C. Ya en año siguiente, trascendiendo las fronteras de México, ideó también la entidad que vendría a congregar y representar a todos los filatelistas del Continente, la Federación Interamericana de Filatelia – FIAF, fundada en la Ciudad de México en 1968.

En su condición de directivo filatélico – con reconocido liderazgo y representatividad – Obregón fue un notable organizador, en México, de exposiciones filatélicas de ámbito nacional e internacional. De entre éstas últimas, pueden citarse la EFIMEX’ 68 (cuando se fundó la FIAF), la SPORTMEX’ 70 (una exposición temática deportiva, que se llevó a cabo en el ambiente del Mundial de Fútbol realizado en México en 1970) y la EXFILMEX 74 UPU (para celebrar el centenario de la Unión Postal Universal).

Sus diversas actividades de representación y de gestión en Filatelia

Como Presidente de la Federación Mexicana de Filatelia – FMF, como también de la Comisión de Filatelia Temática de la Federación Interamericana de Filatelia – CT/FIP, Emilio Obregón concurría con gran frecuencia como delegado a diversos eventos filatélicos en el exterior. Solía ser el delegado de México en las Asambleas de la FIAF y en los Congresos de la FIP. Además, en los comienzos de los años setenta, él también representó a América en el Bureau de la Comisión de Filatelia Temática de la FIP.

Se sabe que trabajó también como Jefe del Departamento de Emisiones Postales de la Dirección General de Correos de México de 1963 a 1977, cuando este órgano dejó de existir como tal. Sobre esta su actividad, Roberto Liera Gutiérrez (editor de La Gaceta Filatélica, para la cual Obregón también escribía), en unas informaciones personales que llegaron a nuestro conocimiento, informa que “Emilio fue todo un impulsor de mejorar los diseños de los timbres. Él consiguió que artistas de esa época diseñaran y siempre estuvo en pleito por una mejor calidad y por uniformar los timbres de una misma emisión”.

Asociado a esa su actividad, Emilio Obregón integró y presidió el Colegio Interamericano de Asesores Filatélicos – CIAF. Además, como cronista filatélico y editor de la Revista FMF, imaginamos que pudiera haber formado parte también del Colegio de Periodistas Filatélicos que, como el CIAF, también estuvo reunido en Caracas con ocasión de la EXFILCA’ 70.

Vale la pena recordar que, como Presidente de la FMF y de la CT/FIAF, le tocó a Obregón someter al Bureau de la Comisión de Filatelia Temática de la FIP (y, por medio de éste, a la propia FIP), una moción emanada de la Mesa Redonda Temática que se realizó en Buenos Aires en 1978 (y enseguida aprobada por la Asamblea Plenaria de la FIAF), que solicitaba a la FIP la derogatoria de la regla que obligaba a que en las medallas y los correspondientes diplomas que se otorgaban a las colecciones temáticas constara la palabra “Temática” (como una forma de “diferenciación”), de maneras que todas las medallas que se concedieran en las exposiciones por ella patrocinadas, auspiciadas o reconocidas, tuvieran exactamente el mismo rango. El hecho es que, gracias a esa iniciativa pionera, a partir de la CT/FIAF, tal discriminación dejaría de existir, años más tarde, por deliberación tomada por la FIP.

La creación de la FIAF

Al contar su breve historia de la corta vida de la Federación Interamericana de Filatelia (FIAF), publicada en el Catálogo de la EXFILMEX 74 UPU, el propio Emilio Obregón nos relata que, al ser testigo del desarrollo de un Congreso de la FIP en Viena, Austria, en 1965, y ante la notoria ausencia de representantes de los filatelistas latinoamericanos en dicho evento, le vino la idea de unificar a los filatelistas de América en una federación interamericana.

Aprovechando la exposición SIPEX’ 66 en Washington, D.C. en los Estados Unidos, la Federación Mexicana de Filatelia – FMF, de la que él era Presidente, envió a todos los organismos filatélicos de las tres Américas invitaciones para asistir a una reunión, cuyo objeto era el de explicar a los asistentes el proyecto para la creación de una federación continental.

Como bien lo registra la historia, la reunión se efectuó en esa ciudad en la noche de 27 de mayo de 1966, en el Hotel Shoreham, con la participación de representantes de la mayoría de las entidades filatélicas nacionales del Norte, Centro y Sudamérica, y así surgió la llamada “Declaración de Washington” (firmada por todos los participantes), precursora de la Federación Interamericana de Filatelia – FIAF, la primera federación filatélica continental que se crearía dos años más tarde (el 8 de noviembre de 1968) en la Ciudad de México (en el marco de la EFIMEX’ 68), y que tendría como principales objetivos “la defensa y promoción de la filatelia y los filatelistas de América”.
En aquella Asamblea Constitutiva, Emilio Obregón, ideólogo de la FIAF, fue elegido como su primer Presidente, habiendo cumplido con su mandato – que se estableció como de un año – hasta diciembre de 1969, período durante el cual pavimentó el camino para una Federación estable y definitivamente registrada.

Su trabajo como Presidente de la CT/FIAF

Tras completar su período en la Presidencia de la FIAF, Emilio Obregón sería escogido como primer Presidente de la Comisión de Filatelia Temática, creada el 1 de diciembre de 1969 con ocasión de la Primera Asamblea Plenaria de la FIAF (Bogotá, 1969), y siguió siendo renovado en el cargo hasta su fallecimiento el 24 de diciembre de 1979.
Nacida bajo la inspiración y el liderazgo de este que fue uno de los mayores entusiastas de nuestra afición en América, la Comisión de Filatelia Temática de la FIAF está entre los primeros órganos técnicos creados ya en los momentos iniciales de la Federación y, desde entonces, viene funcionando de forma ininterrumpida.

Ya en su primer año de gestión como Presidente de la CT/FIAF, Obregón vino a organizar un importante certamen internacional de temática deportiva, la Exposición Filatélico Deportiva SPORTMEX’ 70, que tuvo lugar en la capital mexicana del 19 al 29 de junio de 1970. Ese acontecimiento quedó eternizado en una emisión (sello ruletado) que Correos de México lanzó para conmemorarlo, habiendo sido esta la primera vez que la “marca FIAF” apareció en un sello postal.

Una importante iniciativa asociada a la gestión de Emilio Obregón, y que seguiría siendo una tradición por muchos años, fue la realización de Mesas Redondas Temáticas antes de cada Asamblea Plenaria de la FIAF.
A la excepción de una que se llevó a cabo en Buenos Aires, antes de la Asamblea FIAF del año 1975, a la que Obregón no compareció, todas las demás Mesas Redondas realizadas entre 1970 hasta el año de su muerte (1979) fueron presididas por él. Las principales resoluciones de cada una de ellas constaron de notas específicas publicadas en el blog de la CT/FIAF entre 2014 y 2016.

Merece ser citado que, como una de sus propuestas, pasó a ser costumbre incluir un “Día de la Temática” en cada exposición FIAF, en las que se vendría a otorgar también un “Gran Premio Temático” a la mejor colección en esta clase.

Obregón también luchó para que las colecciones temáticas pasaran a ser juzgadas exclusivamente por jurados temáticos, lo que pasó a ocurrir a partir de la EXFILBRA’ 72.

También por iniciativa suya, como Presidente de la CT/FIAF, se instituyó, a partir de la Asamblea Anual Plenaria de la FIAF realizada en Caracas (1970), el “Gran Premio Temático”, que pasaría a ser otorgado, a partir de la EXFILBRA’ 72, a la mejor colección temática expuesta en cada exposición auspiciada por la FIAF.

Además, a proposición de los temáticos de Argentina (AFITA), la CT/FIAF vendría a llevar adelante la sugerencia de instituir el Día del Filatelista Temático, a celebrarse el 14 de octubre de cada año, fechas esta que recuerda el día en que se inauguró la Exposición Internacional de Filatelia Temática – TEMEX’ 61 (Buenos Aires, del 14 al 24 de octubre de 1961), la primera exposición mundial (FIP) de filatelia temática que se realizó en nuestro Continente.
Sin ninguna duda, los diez años de gestión de Emilio Obregón como Presidente de la CT/FIAF fueron marcados por importantes logros para nuestra afición en el Continente.

Su legado, el reconocimiento en vida, y nuestra deuda colectiva

Una síntesis de la grandiosa obra de este incontestable líder filatélico, tanto en su país como en toda América, viene de la misma pluma de Ignacio Esteva, cuando dejó registrado que “la realización de tantas actividades por quién no se dedicó verdaderamente a la filatelia sino cuando mucho durante en los últimos treinta años anteriores a su muerte, indican con toda claridad los méritos indiscutibles de Emilio Obregón Renner, quien logró metas realmente impresionantes”.

Con el mismo sentimiento, José Lorenzo Cossío señaló que “lo extraordinario es que en tan corto tiempo ha realizado una obra incomparable en beneficio de los coleccionistas de timbres en México y probablemente muy difícil de encontrar un caso semejante en el resto del mundo”.

Por cuenta de su reconocida labor en pro de filatelia, Emilio Obregón se hizo merecedor de varias distinciones y premios, como el Certificado de Honor por Méritos Filatélicos Internacionales de la American Philatelic Society; la medalla de la Royal Philatelic Society, de Londres, por servicios a la filatelia internacional; y la Medalla FIAF correspondiente al año de 1977, habiendo sido él el primer homenajeado en recibirla en vida. En este mismo año, recibió también, en su país, el Premio al Mejor Filatelista del Año.

Es indudable, pues, el legado de Emilio Obregón para la filatelia en toda América. Prueba de ello es que varias de las semillas que él plantó siguen dando sus frutos hasta hoy, y que se cogen por todas partes.
La Comisión de Filatelia Temática de la Federación Interamericana de Filatelia – FIAF (la más antigua Comisión Temática continental que se conoce, con casi 47 años de ininterrumpida actividad), se enorgullece de haber sido creada por inspiración de este gran impulsor de nuestra afición en el Continente, quien fue también el Presidente que de ella cuidó en su primera década de existencia.

Hoy, cuando estamos prestos a rememorar los 37 años de su pasaje de la vida para la historia (habiendo hecho historia en vida, que conste), queda todavía el sentimiento de que seguimos manteniendo una deuda colectiva para con la memoria del creador y primer Presidente de la FIAF, a quién, en las palabras de su “biógrafo” Ignacio Esteva, “le sorprendió la muerte en el cumplimiento de su deber (…) el 24 de diciembre de 1979, pudiendo decirse de él que fue el hombre que dio su vida por la filatelia”.

Ojalá que en algún país, en algún momento no muy lejano, se le venga a dedicar, por justicia y pertinencia, una pieza postal-filatélica (sello, entero postal o un matasellos, al menos), un reconocimiento que sería más que merecido a este gran líder filatélico de las Américas. Y si acaso eso viene a ocurrir en un 14 de octubre – cuando se celebra, en América, el “Día del Filatelista Temático” – el homenaje no pudiera ser más completo.

En cuanto a la FIAF, queda la esperanza y el anhelo de que su legado jamás sea olvidado, buscándose encontrar formas de que su memoria sea eternizada en el corazón de las futuras generaciones de filatelistas de América. De pronto, declararlo “Presidente de Honor de la FIAF” ya pudiera ser un buen comienzo.